High
Fidelity.
Italia
siempre ha sido sinónimo de pasión por el automóvil. Muchas veces
cuando pensamos en coches de ensueño nos vienen a la cabeza esos
míticos vehículos que provocan sonrisas imborrables, momentos
inolvidables que nos transportan a otro mundo; un mundo de
sensaciones donde poco lugar queda para la razón, ya que tras el
volante, fluyen sentimientos que son tan difíciles de transmitir con
palabras, como imborrables de nuestro recuerdo. Todos recordamos la
primera vez que nos subimos en un coche que nos ha marcado, ya que
parece que ha comprado con su personalidad una parcela en nuestro
corazón. A lo mejor comprar no es la palabra más adecuada, ya que
son auténticos conquistadores, cuyos reclamos son innegables para
cualquiera que tenga un sentimiento de empatía con el propósito
para el que fue creado, el disfrute. El compañero del que les voy a
hablar hoy, tiene un lugar privilegiado en la memoria de aquellos que
más que comprender, sienten estas palabras. Les presento como no, al
fantástico Lancia Fulvia HF.