jueves, 20 de febrero de 2014

Mazda RX-3

Un Gusto Adquirido.



   
   En ocasiones, la prensa especializada pasa por alto determinados vehículos que con el tiempo se vuelven iconos, ya sea por particularidades en su diseño, por un comportamiento peculiar, una fiabilidad soberbia; o cualquier razón que se nos ocurra. En el caso de nuestro protagonista, pasaron muchos años hasta que se le rindiera tributo como vehículo de culto, ergo tuvo que menguar la oferta y diversidad del mercado para darnos cuenta, muy poco a poco, de que cada vez faltaba algo más. Por eso mismo escribo estas líneas, para recordar que hubo una época en la que la variedad era tan amplia, que prácticamente podías tener cualquier cosa. El mercado no estaba tan encasillado, la gente quería algo determinado y compraba dentro de sus pretensiones lo que más se ajustaba a su planteamiento. Si querías un deportivo, tenías un deportivo, no un compacto-amplio-cómodo-ágil-rápido-económico-y completamente equipado, porque eso acaba siendo como un plato de comida con demasiados ingredientes, al final, no sabe a nada en particular. Y como la mayoría de la gente quiere algo así, pues las marcas les venden el mismo perro con distinto collar, y todos contentos. Pero tranquilos, esto es punta-tacón, aquí solo hay sitio para coches de los de antes, de los de verdad.