Corrían los años sesenta, época libertina para la mayoría de la población mundial, la revolución industrial estaba en auge y eso se dejaba ver en muchos sectores, desde la explosión en arquitectos e ingenieros dedicados a la construcción hasta temas tan variados como el musical. Mientras tanto en japón una empresa tenía en mente el desarrollo de un nuevo deportivo, algo novedoso para el mercado, un vehículo con carácter y capaz de despejar dudas sobre la marca nipona, tachada de conservadora y poco novedosa. Esta marca era Toyota, el proyecto, 2000 GT.
Para ello, colaboraron con Yamaha, una empresa especializada en el desarrollo de motocicletas. Tomando como base el motor del Crown, rebajando la cilindrada de 2.253cc del motor 2M a 1.988cc y montando una culata de doble árbol de levas en cabeza con dos válvulas por cilindro, el coche llegó a 150 caballos gracias a la alimentación de sus tres carburadores dobles Solex, una potencia muy respetable para la época; sobretodo para un motor de 2 litros. A este fantástico motor se le denominó 3M.
La transmisión de 5 velocidades provenía de un camión Toyota, ésta podría considerarse uno de los puntos débiles del coche, siendo un poco ruidosa e imprecisa, sin embargo, la potencia se transmitía al asfalto sin problemas gracias a un diferencial mecánico de deslizamiento limitado. Gracias al chasis, éste en forma de caja, ofrecía una rigidez sin igual a coste de un peso elevado para la época -1120 kilogramos-, aunque este se trató de cuidar al máximo con detalles como las llantas de magnesio. La dirección de cremallera, inédita en los Toyota anteriores, era muy precisa y tenía un tacto muy adecuado en conducción deportiva, el coche también montaba suspensión independiente y frenos de disco ventilados de generosas dimensiones, por lo que destacaba entre sus competidores gracias a su brillante manejo.
El Toyota 2000GT gozó de una fama envidiable a pesar de sus discretas ventas, aunque sólo se fabricaron 337 unidades, llegó a aparecer en la película “sólo se vive dos veces” de la saga 007, aunque en versión descapotable. De esta última se fabricaron sólo 2 unidades para la película, nunca llegó a comercializarse, lo cual es una pena dada la belleza del conjunto.
Gracias a sus aspiraciones claramente deportivas el 2000GT fue un éxito en competición, arrasando en las 24 horas de Fuji y quedando tercero en el Gran Premio de Japón de 1966, además de llegar a poseer diversos récords de velocidad y de resistencia como el de 72 horas, todos ellos avalados por la FIA. Carroll Shelby, también puso su granito de arena aderezando el palmarés con la preparación de tres unidades para las carreras SCCA (Sports Car Club of America) de coches de producción en la categoría CP.
Con todo ello el Toyota 2000GT se ganó el título de leyenda del automovilismo japonés, convirtiéndose así en uno de los coches japoneses más codiciados y cotizados que existen.
Toyota 2000 GT:
Motor: 1988cc DOHC (3M) de dos válvulas por cilindro y alimentado por tres carburadores dobles Solex.
Potencia máxima: 150 cv a 6600 rpm.
Par máximo: 176 Nm a 5000 rpm.
Transmisión: Caja de cambios de 5 velocidades sincronizada, acoplada a un diferencial de deslizamiento limitado. Tracción trasera.
Dimensiones: 4,175m de largo por 1,6m de ancho por 1,16 de alto.
Peso: 1120kg.
Frenos: Discos ventilados de 280mm delante y 267mm detrás.
Prestaciones:
Velocidad máxima: 217 km/h.
Aceleración de 0 a 100km/h: 8,4 segundos.
Extra Stage:
Tiene algo de parecido con el Lexus LF-A...O es que estoy loco. Este coche lo conozco gracias al GT5, si no, no me hubiera ni enterado de esta joya.
ResponderEliminarEs muy bonito...pero mejor sin las luces desplegadas.
Hola M.Sport, gracias por tu comentario. Salvando las distancias sí se parecen, pero en su modo de concepción. Son dos coches que Toyota sacó y que fueron rompedores con su diseño y tecnología en la época en la que se presentaron. Ambos venían cargados de avances, y ambos tienen una disposición parecida (motor central delantero y tracción trasera); no puedo estar más de acuerdo contigo en que estamos ante una joya del automovilismo japonés. Un saludo.
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